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Constanza es la ciudad más antigua de Rumanía, fundada hacia el año 600 a.C., y está situada en la costa occidental del Mar Negro. Es el mayor puerto de Rumanía y el cuarto de Europa. La ciudad original se llamaba Tomis, fue fundada por colonos griegos y luego conquistada por los romanos. Su nombre fue cambiado a Constantiana por el emperador romano Constantino el Grande.
En el siglo XIX se construyeron refinados edificios y hoteles, cuando el rey Carol I decidió revitalizar la ciudad como puerto deportivo y centro turístico, con una playa de 13 km de longitud. Hoy Constanza es un importante centro cultural y económico, que merece la pena visitar por sus tesoros arqueológicos. Sus monumentos históricos, ruinas antiguas, museos y lugares de veraneo cercanos convierten a Constanza en una de las principales atracciones de la costa del Mar Negro.
El Casino de Constanza es sin duda el emblema de la ciudad. Imponente edificio que los turistas no querrán perderse, el Casino lleva más de 130 años vigilando la costa del Mar Negro.
El Casino fue inaugurado el 15 de agosto de 1910 en presencia del príncipe Fernando. En vista de los elevados costes de mantenimiento del edificio, las autoridades locales autorizan el juego el 11 de marzo de 1911, equipando el casino con 2 mesas de billar y 7 mesas para juegos de cartas.
Poco después de la inauguración, el Casino se convierte en uno de los establecimientos de este tipo más populares de Europa. El edificio era un lugar lujoso con hermosas decoraciones en las paredes, sofisticadas lámparas de araña, caras alfombras y exquisitos muebles. El acceso a este mundo exclusivo sólo estaba permitido a personas adineradas con un atuendo elaborado. El lujo del Casino y el glamour del juego atraían a ricos de todo el mundo, que viajaban de incógnito a tierras rumanas.
El Casino de Constanza funcionó como hospital durante la Primera Guerra Mundial y volvió a su destino original en el periodo de entreguerras. A principios de la década de 1980, el Casino fue restaurado por última vez, cuando se añadieron a la construcción nuevas decoraciones y vidrieras.
La Catedral de los Santos Pablo y Pedro se construyó entre 1883 y 1885, siendo la primera iglesia rumana de la ciudad desde la Guerra de la Independencia de 1877. El edificio sirvió como iglesia parroquial hasta 1925. Tras los bombardeos aéreos de la Segunda Guerra Mundial, quedó parcialmente destruida, ya que estaba construida sobre unos cimientos débiles. Entre 1925 y 1950 se convirtió en catedral, siendo conocida como la Catedral del Arzobispo de Tomis.
La iglesia contiene elementos arquitectónicos eclesiásticos, en un conjunto que revela tres torres bien proporcionadas al resto del edificio. Fue descrita como un "edificio impresionante, con una fachada monumental que recuerda a la iglesia de Curtea de Arges" en una guía de viajes de 1924.
El Edificio del Mosaico Romano es un monumental edificio antiguo situado cerca del Museo Nacional de Historia y Arqueología de Constanza. Fue descubierto durante unas obras civiles en otoño de 1959. Las campañas arqueológicas dedicadas al monumento romano duraron cinco años, hasta 1965.
Entre 1965 y 1968 se organizaron investigaciones arqueológicas adicionales, cuyo objetivo era profundizar en la investigación, sacando a la luz las extensiones del sureste. Entre 1970 y 1976 se construyó una estructura de acero, hormigón y cristal para proteger esta antigua maravilla y se colocó sobre el monumento, en la zona del mosaico original.
El Museo Nacional de Historia y Arqueología de Constanza es uno de los museos más sorprendentes en los que pasar el tiempo y la segunda institución más grande, después del Museo Nacional de Historia de Rumanía de Bucarest. Su extraordinaria exposición consta de más de 430.000 objetos que datan desde el Paleolítico hasta la Edad Moderna. El tema principal del museo se centra en la historia de Dobrogea, pero también se expone un área temática nacional que lo diferencia de instituciones similares de otros condados.
El Mar Negro está rodeado de diversos paisajes de asombrosa belleza. Un viaje a la costa de este gran mar que divide dos continentes le sorprenderá por sus grandes playas y antiguos pueblos con palacios bizantinos y también por el espacio natural que incluye una gran variedad de animales y plantas.
