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Si tienes una familia con niños pequeños, sabes que puede ser difícil viajar con todos. Prepararse para las vacaciones es una tarea ingente, desde asegurarse de que todo el mundo tiene todo lo que necesita para pasar una semana fuera hasta pasar por el control de seguridad del aeropuerto y la aduana (¡te felicito si llevas a tus hijos hasta Rumanía!). Una vez en el destino de tus vacaciones, tienes que asegurarte de que tus hijos no se aburran: llévalos a lugares que toda la familia pueda disfrutar para que las vacaciones sean memorables y divertidas. A continuación le presentamos los mejores destinos familiares que seguro que encantarán a toda la familia.
Superlandia en Brasov
Superland es un placer para las familias con niños durante todo el año. Es un gran parque de atracciones con una Isla Pirata, un rocódromo y una piscina de bolas. Si tienes niños muy pequeños, hay un espacio dedicado a ellos de 1 a 4 años.
Los volcanes de lodo de Berca
Se trata de volcanes activos que entran en erupción como cualquier otro, pero en lugar de escupir lava, ¡escupen barro! Lo que lo hace tan pintoresco es que no hay vegetación cerca, y el barro crea grietas y cráteres en el suelo, haciendo que casi parezca que estás caminando sobre la luna. Y si vas al atardecer o al amanecer, estos volcanes son absolutamente espectaculares.
Los fuegos vivos en el condado de Buzau
¿A qué niño no le gusta jugar con fuego? Aunque no se deben tocar estos fuegos, son asombrosos a la vista, ¡como un truco de magia natural! A sólo 55 kilómetros de la ciudad de Buzau se encuentran los Fuegos Vivos. Los Fuegos Vivos son un fenómeno natural en el que surgen del suelo fuegos interminables. Los fuegos se apagan de vez en cuando, pero se forman a partir de gas natural que surge de las grietas de la tierra. Cuando se apagan, los lugareños los vuelven a encender. Las llamas pueden alcanzar los 100 centímetros, es decir, más de un metro de altura.
Cañón de las Siete Escaleras
Si tus hijos son un poco mayores y tu familia es un grupo activo, ¡entonces dirígete aquí! Situado justo al sur de Brasov, el Cañón de las Siete Escaleras es un cañón montañoso formado por el arroyo Sapte Scari. Se llama de las Siete Escaleras porque tiene siete cascadas, la más alta de las cuales mide 35 metros. Se puede llegar al cañón en tirolina o haciendo una sencilla excursión de una hora. Si se dirige a Brasov en coche, ésta es una parada fácil que puede hacer por el camino.
Desfiladero de Bicaz
El desfiladero de Bicaz también se conoce en Rumanía como Cheile Bicazului. Situado en el centro-norte del país, es uno de los desfiladeros más bellos de Rumanía. Sólo conducir por el desfiladero es muy pintoresco. Fue excavado por el río Bicaz y permite pasar de Moldavia a Transilvania. Las carreteras son estrechas, los acantilados altos y las vistas impresionantes. Es una excursión fácil para toda la familia, ya que se puede ver todo el desfiladero con sólo conducir.
El Transfagarasan
Es la "mejor carretera del mundo para conducir". Es todo un espectáculo: la carretera está repleta de túneles, puentes y viaductos (parecidos a los acueductos, si está familiarizado con ellos). La carretera cierra a finales de octubre, así que asegúrese de ir antes. Esta sinuosa carretera es absolutamente hermosa y le permitirá obtener magníficas fotografías.
El castillo de Drácula
Es el número uno en la lista de muchos turistas. Y de hecho, hay dos castillos que se consideran el Castillo de "Drácula": El Castillo de Bran y el Castillo de Poenari. El Castillo de Bran es significativamente más popular, y subjetivamente más bello. Es el que más se parece al castillo descrito en la novela de Bram Stoker, Drácula.
Aunque Stoker nunca estuvo en Rumanía, el castillo de Bran, en Transilvania, encaja perfectamente con el castillo de Drácula. Está situado en lo alto de una ominosa colina, es grande y majestuoso, y data del siglo XIV. Algunos creen que el personaje de Drácula está basado en el gobernante rumano Vlad el Empalador. Vlad visitó este castillo en vida, pero no vivió aquí.
Debido a su antigüedad y a su posición dominando los valles, es el castillo ideal para visitar por su belleza, aunque aislado y deteriorado.
Castillo de Corvin
Aunque no quieras aburrir a tus hijos paseando por un millón de castillos, ¡deberías incluir al menos uno en tu viaje a Rumanía! El Castillo de Corvin es un enorme castillo que data de 1446. También se le conoce por sus otros dos nombres, Castillo Hunyadi o Castillo Hunedoara. Está construido en estilo gótico-renacentista y se encuentra en Hunedoara (Rumanía), en la parte centro-occidental del país.
Después del siglo XVII, el castillo estuvo abandonado durante muchas décadas, y luego un incendio destruyó gran parte del castillo, dejándolo en ruinas. Lo que hay hoy es una restauración del antiguo castillo, con arquitectos modernos que interpretan el aspecto que habría tenido un gran castillo gótico. Quizás debido a esta creativa interpretación, este castillo parece sacado directamente de un episodio de Juego de Tronos.
Salina Turda
Se trata de una gigantesca mina de sal situada en Turda, al noroeste de Rumanía. Más que una mina de sal, es un parque de atracciones con noria, bolera, botes de remos y minigolf. Este lugar es divertido para los niños, pero bueno para todos, ¡porque se respira toda esa sal saludable!
Las Termas de Bucarest
Aquí podrá darse un chapuzón en las aguas termales de Bucarest. Este lugar es un oasis de agua termal a 91 grados Fahrenheit procedente de las profundidades del subsuelo. Hay 10 piscinas, 6 saunas, 4 saunas húmedas y 16 toboganes. Podrías pasarte horas aquí, es muy relajante, y los niños se lo pasarán en grande.