La reina María de Rumanía nació como María Alexandra Victoria de Edimburgo el 29 de octubre de 1875 en Kent, Inglaterra. Fue conocida como Reina María, María de Rumanía y María de Edimburgo. Fue la última reina de Rumanía y esposa del rey Fernando I.
Vida temprana
Marie nació en el seno de la familia real británica y era la hija mayor del príncipe Alfredo, duque de Edimburgo, y de la ex gran duquesa María Alexandrovna de Rusia. Cuando nació en 1875, su nacimiento se celebró con el disparo de cañones. Recibió el nombre de su madre y su abuela, pero la apodaron Missy.
Marie tenía cuatro hermanos y un hermano mayor. Ella, como el resto de sus hermanos, fue bautizada en la Iglesia Anglicana, a pesar de que su madre era de fe ortodoxa rusa. Fue criada principalmente por su madre, ya que su padre solía estar ocupado con su trabajo en la Marina Real Británica. Sin embargo, cuando estaba en casa, disfrutaba jugando con sus hijos.
Casarse y convertirse en princesa
Marie creció y se convirtió en una hermosa joven de "chispeantes ojos azules y sedoso cabello rubio". Fue cortejada por muchos solteros reales, entre ellos el príncipe Jorge de Gales. El príncipe Jorge era en realidad primo hermano de Marie, y la madre de ésta se oponía al matrimonio de primos hermanos por su fe ortodoxa rusa.
En la misma época en que Marie rechazó al príncipe Jorge, el rey Carol I de Rumanía buscaba una novia adecuada para el príncipe heredero Fernando. El rey Carlos I quería asegurar la continuidad de su linaje, la Casa de Hohenzollern-Sigmaringen.
La madre de Marie le sugirió que conociera a Fernando, tal vez con el fin de mejorar las relaciones entre Rusia y Rumanía, ya que había tensiones sobre quién controlaba Besarabia. Marie y Fernando se conocieron y se gustaron, por lo que sus padres organizaron su matrimonio.
La pareja se casó finalmente el 10 de enero de 1893 en el castillo de Sigmaringen, en Baden-Württemberg, al suroeste de Alemania, ya que la familia de Ferdinand era alemana.
Ferdinand era católico, mientras que Marie era anglicana, por lo que la pareja celebró tres ceremonias de boda: una civil y otra en cada una de sus respectivas religiones. Cuando Marie llegó a Rumanía, fue recibida con una calurosa bienvenida. La pareja tuvo seis hijos, el primero de los cuales nació a los nueve meses de casarse.
Marie se casó cuando sólo tenía 18 años y los primeros años de su matrimonio con el rey Fernando I de Rumanía fueron difíciles. Con el tiempo, aprendieron a vivir juntos y Marie dijo que eran "los mejores socios, los compañeros más leales, pero nuestras vidas se entrelazan sólo en ciertos asuntos".
Marie profesaba un respeto deferente a su marido, y su marido la respetaba porque era muy culta y mundana. La invitaba a muchos actos militares porque tenía una presencia positiva.
Primera Guerra Mundial
Marie creía que era importante ayudar a su nuevo país como pudiera. Durante la segunda guerra de los Balcanes, en 1912, se hizo cargo de la administración del campo de cólera de Zimnicea, en el sur de Rumanía. Esto la inspiró para continuar este tipo de trabajo de enfermería en el futuro. Durante la Primera Guerra Mundial, Marie ayudó a reorganizar hospitales, visitó trincheras e incluso se ofreció voluntaria como enfermera. Dos de sus hijas la acompañaron en estas tareas.
Marie y Ferdinand se convirtieron en reina y rey de Rumanía en 1914, cuando falleció el rey Carol I. Sin embargo, a causa de la guerra, no se casaron. Sin embargo, debido a la guerra, la ceremonia de coronación no tuvo lugar hasta 1922. Una amiga íntima de Marie, la princesa Ana María Callimachi, escribió que "como princesa heredera, [Marie] había sido popular; como reina, era más querida".
Cuando Marie y Fernando se hicieron con el poder, Marie presionó a Fernando para que entrara en la guerra. Marie llamó a muchos de sus contactos europeos y familiares reinantes, tratando de encontrar las mejores condiciones para que Rumanía pudiera entrar en la guerra.
Mantenerse neutral no iba a ser posible para siempre y traería consecuencias negativas. Marie quería unirse a la Triple Entente (Rusia, Francia y Gran Bretaña) en parte porque era de ascendencia tanto británica como rusa. Finalmente, Fernando cedió y el 17 de agosto de 1916 firmó un tratado con la Entente y declaró la guerra a Austria-Hungría.
Cuando Rumanía entró en guerra, Marie colaboró con la Cruz Roja rumana y visitaba hospitales a diario.
Cuando en noviembre de 1917 terminó la Revolución Rusa y ganaron los bolcheviques, Rumanía quedó rodeada por el enemigo, sin esperanzas de recibir ayuda de los aliados. El 9 de diciembre de 1917, Fernando firmó el Tratado de Focsani, un acuerdo de armisticio que ponía fin a las hostilidades entre Rumanía y las Potencias Centrales (Alemania, Austria-Hungría, el Imperio Otomano y Bulgaria).
Marie creía que este tratado era peligroso y se opuso vehementemente a la firma del Tratado de Bucarest, que era un tratado de paz entre Rumanía y las Potencias Centrales en mayo de 1918. Fernando se negó a firmar el tratado, por lo que el Primer Ministro, Alexandru Marghiloman, lo firmó en su lugar. Finalmente, la guerra terminó oficialmente con el Armisticio con Alemania, firmado el 11 de noviembre de 1918.
Como Marie y Ferdinand estaban en contra del Tratado de Bucarest, se ganaron un papel destacado en la Conferencia de Paz de París de 1919. Marie dirigió ella misma muchas de las negociaciones, dejando de lado a otros funcionarios rumanos, para sorpresa de muchos de los demás líderes mundiales asistentes. Como resultado de la conferencia, se produjo el reconocimiento internacional de la Gran Rumanía, que duplicó el tamaño del país y aumentó su población en 10 millones de habitantes.
Muerte y legado
El rey Fernando fallece en 1929. En 1937, Marie también empezó a enfermar. Le dijeron que tenía cáncer de páncreas, pero en realidad padecía cirrosis hepática. Marie no podía creerlo, porque nunca había bebido alcohol. Murió el 18 de julio de 1938, a los 62 años. Tres de sus hijos asistieron a su muerte. Fue enterrada en el monasterio de Curtea de Arges, en Rumanía. Fue muy querida por el pueblo rumano e hizo muchas cosas maravillosas por el país. Aún hoy se la recuerda con cariño.