Visitar Rumanía debería ser una prioridad para cualquiera que desee vivir una experiencia única e inolvidable. Tanto si es aficionado a las actividades al aire libre, apasionado del arte culinario o en busca de aventuras, un viaje por Rumanía hará realidad su deseo.

1. Ciudades medievales

medieval town

Las ciudades medievales de Rumanía son destinos vacacionales muy atractivos durante todo el año:

Sebes

Sebes es una de las ciudades más importantes del suroeste de Transilvania. Las pruebas históricas demuestran que la zona donde hoy se encuentra la ciudad estuvo habitada durante el Neolítico. En estos lugares hubo un asentamiento dacio perteneciente al Imperio Romano. Sebes fue un floreciente centro económico y político durante la Edad Media.

Los turistas que visitan Sebes tienen la oportunidad de ver la Iglesia Evangélica del siglo XII, la Fortaleza de la ciudad, que data del siglo XIV, así como la Casa Zapolya, del siglo V.

Medios

Medias es la segunda ciudad más grande del condado de Sibiu, en Transilvania, y una de las más antiguas de Rumanía, ya que fue certificada en el siglo XIII. La ciudad combina elementos arquitectónicos de distintas épocas, del gótico al renacimiento, del neoclásico al barroco. La antigua ciudadela (Civitas Mediensis) es una de las mayores atracciones turísticas e incluye antiguas murallas, torres y bastiones.

La Iglesia Evangélica de Santa Margarita es un lugar religioso del siglo XV construido en estilo gótico. Las paredes interiores de la iglesia tienen murales que datan de los siglos XIV-XV. En Medias se encuentran muchas casas históricas, como las de Hann, Rosenauer, Schuller y Schuster.

Bistrita

Bistrita es la capital de la región de Bistrita-Nasaud, en Transilvania, Rumanía. Los atractivos turísticos de esta zona están representados por los valores naturales (el parque dendrológico de Arcalia, los lagos de Colibita, Lala Mare y Lala Mic, la reserva natural de las montañas Rodnei, la montaña de sal de Saratel, la cueva de Tausoare, los balnearios de Sangeorz-Bai, Colibita, Piatra Fantanele y Valea Vinului.

Bistrita es una de las ciudades más antiguas de esta parte del país, con pruebas documentales de los colonos sajones en el siglo XIII. En la Edad Media, Bistrita era un centro comercial desarrollado. El centro histórico comprende edificios de los siglos XV y XVI. La Casa de la Platería, la Torre Cooper y la Iglesia Evangélica Sajona son algunas de las atracciones más bellas.

2. Castillos asombrosos

castle

Conocida por sus espectaculares paisajes, Rumanía también cuenta con numerosos castillos y fortalezas. Están repartidos por todo el país, a lo largo de las llanuras de la costa del Mar Negro o en las colinas y en lo alto de las montañas.

Han sido testigos de los acontecimientos que conformaron el desarrollo del país, un lugar con una historia especialmente rica.

Castillo de Peles

En el castillo de Peles hay 160 habitaciones con múltiples entradas y escaleras interiores. Fue el primer castillo del mundo con electricidad y sistema de calefacción central, diseñado con su propia central eléctrica.

Castillo de Bran

Se le conoce como el Castillo de Drácula, por asociarse con el edificio de "Drácula", novela de terror del escritor irlandés Bram Stocker. Construido sobre una roca en Bran, a unos 30 kilómetros de Brasov, el castillo fue reclamado por el archiduque Domingo de Habsburgo y sus hermanas en 2000. Hoy el castillo es un museo visitado por turistas de todo el mundo.

El castillo de Corvin

También conocido como el Castillo Hunyadi, el Castillo Corvin es la fortaleza medieval de Hunedoara, un monumento de arquitectura gótica decorado con torres y bastiones.

El asombroso Castillo atrae a más de cien mil visitantes cada año, siendo reconocido mundialmente como uno de los castillos más terroríficos.

3. Cocina rumana

mici with mamaliga

La cocina rumana recibió la influencia de muchos colonos extranjeros que viajaron u ocuparon el país en el pasado. Entre estos colonos figuran los turcos, los griegos, los húngaros, los austriacos y los alemanes.

La carne de cerdo es la principal en la cocina rumana, pero también hay una variedad de otros productos cárnicos, como ternera, cordero y pollo. El mejor lugar para comer platos tradicionales elaborados con pescado es el delta del Danubio.

También se incluye en las comidas pan y "ciorba", que es la sopa agria tradicional rumana. Algunos rumanos consideran que su comida está incompleta sin una bebida como la "tuica" o la "palinca", un fuerte licor de frutas (ciruelas, manzanas, peras, albaricoques).

Otras comidas tradicionales rumanas que no debe dejar de probar: mamaliga (gachas de harina de maíz amarillo), papanasi (rosquillas hechas con queso dulce, huevos, hervidas y servidas con mermelada de frutas), sarmale (carne con arroz envuelta en hojas de col encurtidas), tochitura de porc (guiso a base de carne de cerdo cortada en dados y frita en sartén), mititei (rollos de carne picada a la parrilla).

4. Paisajes asombrosos

Danube delta landscape

Delta del Danubio

La confluencia del Danubio con el Mar Negro es el segundo mayor delta fluvial de Europa. También es una reserva natural que alberga más de 9.000 especies y la mayor colonia de pelícanos blancos del continente. Los caballos salvajes del bosque de Letea, en el delta del Danubio, son sin duda un atractivo especial de esta zona natural.

Parque Nacional de Retezat

Probablemente las montañas más impresionantes del país, el Parque Nacional de Retezat es el lugar perfecto para los que buscan aventuras en Rumanía. Cuenta con no menos de 80 lagos glaciares y veinte picos de más de 2.000 metros.

Mina de sal en Turda

La mina de sal de Turda es única en el mundo por las zonas de excavación en forma de cono, que se utilizaron al principio de las actividades de extracción de sal.

5. La vida en el campo rumano

sheeps

Los parajes rurales de Rumanía son impresionantes. Las antiguas tradiciones siguen vivas en las zonas rurales de Maramures: colinas llenas de flores y animales domésticos, cigüeñas que anidan en las chimeneas, métodos de cultivo tradicionales. La gente sigue reuniéndose regularmente para vender animales, herramientas, semillas, cereales y otros productos agrícolas, como hacían antaño.

Los valores que realmente importan a los rumanos son la familia, la comunidad, la tradición, la autosuficiencia y, sobre todo, la calidez, la generosidad y la hospitalidad que hacen que los visitantes vuelvan una y otra vez.


Otras lecturas e inspiración